ARMONIZANDO IDEOLOGÍA
Sin duda viene uno de los acontecimientos más importantes en la historia política y democrática en todo el territorio de nuestro México este 2024.
A días y sin ánimos de convertirme en un ideólogo partidista, considero trascendente reflexionar sobre su ideología en tiempos en que todo esta materializado. Pretendo poner en juego algunas consideraciones sobre nuestras convicciones políticas. ¿Por qué es tan importante?
En el tránsito de nuestros años, vamos forjando nuestra ideología, decidimos que estilo de ropa, religión, vocación sin dejar atrás nuestra convivencia y participación política; llevándonos a una palabra con resonancia en tiempos electorales. La famosa “Democracia”.
¿Cuál democracia?; La democracia ha sido el concepto central del discurso político desde hace tiempo. La teoría política lo ha enfrentado de muy diversas maneras. Es, de acuerdo con su definición más general, el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. LV Zurita 1991 Departamento de sociología, área de procesos políticos, UAM Iztapalapa.
La ausencia de prácticas políticas democráticas salta a la vista cuando se intenta confrontar la definición del concepto con nuestra realidad mediática consumista. La completa igualdad ciudadana no se obtuvo, formalmente, sino hasta 1953 cuando se otorgó voto activo a las mujeres en los comicios federales. Una reforma constitucional amplió, en 1970, ese derecho a los jóvenes mayores de 18 años. Sin embargo, las prácticas políticas en el país continúan marginando a las mujeres y jóvenes en el terreno del voto pasivo. Si no fuera así, la postulación de candidatas a puestos de elección popular no tendría por qué ser señalada como algo extraordinario, (como sucede aún, a principios de los noventa).
¿A qué voy con todo esto? Vivimos en una época, entrando el siglo XXI, donde nuestras convicciones políticas se crean por el morbo de lo que consumimos a diario; artistas, influencer, discursos políticos, shows mediáticos, medios creados para desinformar criterios propios. Dejamos atrás con todo eso, nuestros valores morales, familiares y sociales, nuestra formación en la escuela, en casa, con nuestros amigos, experiencias pasadas en los diferentes momentos de la historia política mexicana, dejamos los libros, ensayos, leer periódicos dejando atrás lo importante de armonizar y concientizar nuestra ideología política.
Quiero decir, no nos fijemos en el rostro, en lo que te dan de despensa o por tu credencial para votar, no nos fijemos en esa música pegajosa que nos hace bailar, en los dientes, en la frialdad o en una sonrisa, fíjate en tu contexto social, seamos objetos de análisis y no de consumo de nuestra realidad, hagamos conciencia de nuestras ideas con base a nuestra realidad y experiencias vividas, mismas que forjan nuestra “ideología”. Este dos de junio tienes el poder de elegir.
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